Siempre es necesario que el presupuesto de una nación sea capaz de contar con la mayor cantidad de ingresos posibles, para así, poder rendir el cúmulo de gasto generado por el ejecutivo para sus principales actividades que lo componen. Desde los ingresos tributarios hasta las exportaciones, son muchas las variables que puede poseer un Estado para percibir beneficios por parte de sus ciudadanos y organizaciones que hacen vida dentro de su territorio.
A día de hoy, es posible señalar que España encontró una mina de oro fiscal sobre el cual obtener grandes ganancias con el pasar de los años: los juegos de azar y el sistema de apuestas. En este 2018, fue aprobada por el Congreso de los Diputados una reforma tributaria para este tipo de actividades, donde la recaudación de los mismos por el gobierno será de 20% y no de 25%, como se tenía estipulado en años anteriores.
Pero, ¿esto no quiere decir que el Ejecutivo dispondrá de menos ingresos durante lo que queda de año? Si bien en el corto plazo, esta medida puede considerarse como una restricción al tributo percibido por el poder central, la variación de ingresos en el medio y largo plazo se tornaría positiva por ser una medida atractiva a este tipo de organizaciones alrededor del 
mundo, las cuales, no verían con malos ojos emigrar a esta nación para ahorrarse fondos destinados a tributos en sus países de origen.
Si además observamos que zonas del territorio hispano como Ceuta o Melilla quedaron en una percepción de tributos del 10%, esto puede ser considerado para muchos como un paraíso fiscal dentro de las actividades de apuestas, haciendo muy factible el aumento de ingresos para estas empresas y, por consiguiente, aumentando el tributo recaudado por el Estado. Sin duda, es una medida que va en contra de las tomadas por la Unión Europea y varios de sus integrantes que intentan prohibir estas actividades en sus regiones, véase Italia y su última restricción a la publicidad.
No obstante, el gobierno español asegura que esta política tiene como único objetivo el “lograr una mayor atracción de los operadores de juego para realizar sus actividades en el marco legal, evitándose de esta manera las irregularidades que ocurren dentro del sector”. Bien es sabido, que desde la invención de sistemas de apuestas online el resguardo de los derechos de los participantes se ha visto mermado y menos protegido debido a la poca inspección de los entes controladores, teniendo como resultado unos números altos de fraudes de páginas web de sistemas de apuestas. Esto hace que algunas tengan la calificación de fraude o culpables de realizar otros actos ilícitos, pero no se puede generalizar en el sector.
Lo que si podemos asegurar más allá de si esta decisión tendrá éxito en este campo de legalidad o no, es que España encontró una nueva forma de percibir dinero para el Presupuesto General del Estado, que sin problemas empezará a contar con millones de euros procedentes de estas actividades que se van haciendo famosas dentro de las urbes del país.
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