El grupo municipal del Partido Popular solicitaba por moción en pleno la creación de una Patrulla Rural dentro de la Policía Local, en realidad pedían que se volviera a constituir. Desde el equipo de gobierno se les explicó que, en realidad, esta Patrulla “nunca había existido”.
“El nuevo organigrama de la Policla Local, aprobado esta legislatura por el equipo de gobierno, ha hecho desaparecer la patrulla rural como unidad específica destinada a la protección medioambiental y de seguridad de las zonas naturales de nuestro municipio”, defendía el portavoz del PP, José Manuel Ruiz.
Rafel Sedano, de Esquerra Oberta, expuso que se habían puesto en contacto con la Guardia Civil, y les explicaron que Calvià tiene 33 guardias asignados, pero ninguno del Seprona. Andreu Serra, primer teniente de alcalde y delegado de Servicios Generales y Seguridad, reiteró que “nunca ha existido una patrulla rural, solo un cuerpo de policía polivalente que no tenía ni estabilizadas sus normas laborales, hasta el punto que ni siquiera podían elevarse a pleno si no se regularizaban. Finalmente se han acordado dos puestos de trabajo medioambiental para policías que pasen a segunda actividad, y siempre que ellos decidan serlo. Por tanto no nos parece oportuno crear una Patrulla Rural”.
De aquí saltamos al descaste de las cabras, con el repaso que hizo el alcalde de la trayectoria política de los portavoces y miembros de la oposición popular, el heredado coto de caza mayor que no estaba ni regularizado, los descastes sistemáticos durante las legislaturas anteriores y la falta de control en general con que se encontraron tras las elecciones. Finalmente se desestimó la moción después de una hora de debate.
Una información de Blanca Garau
