Alfonso Rodríguez Badal, natural de Zaragoza, afincado en El Toro y profesor de Lengua y Literatura, ha conseguido la vara de la alcaldía de Calvià, recogiendo emocionado el testigo socialista de Francesc Obrador y Margarita Nájera después de 12 años de gobierno del PP. Tras un acuerdo de última hora (la noche del viernes) entre el PSOE, Sí Se Puede Calvià y Esquerra Oberta, además de los aplausos y las felicitaciones, tanto el PP como Ciudadanos se han hecho eco de “una opacidad de pactos en el minuto de descuento del partido, ¿y dicen que pretenden gobernar esta legislatura con transparencia?…”
Con 14 votos a favor y 11 en contra (los partidarios de Ruiz Rivero), Rodríguez liderará un pacto que, de momento, está limitado a la investidura y que podría ser punto de partida para futuras negociaciones y una posterior coalición de gobierno. Como núcleo central del acuerdo (“nuestra cita ya ha llegado, comienza el pacto”, dice el primer edil entre aplausos y ovaciones), se derivan una serie de compromisos comunes, como la lucha contra la estacionalidad (potenciando el turismo interior y una oferta complementaria de calidad y excelencia, con puestos de trabajo más estables y dignos), el rescate de las personas para alcanzar pobreza cero (con una especial atención a la infancia, a los mayores, dependientes y víctimas de los desahucios), la participación ciudadana y la defensa de la educación, el medio ambiente y la igualdad.
Antes de dar comienzo al pleno, se anunció que el Ayuntamiento se ‘entregaba’ (por decirlo de alguna manera) al nuevo equipo con los informes de un arqueo previo de caja y todos los informes patrimoniales y económico-financieros actualizados, con los documentos a disposición de todos los regidores con acta. El ya ex primer edil, Manuel Onieva, se despidió de todos y cada uno de los nuevos integrantes del equipo de manera sencilla y humilde, deseándoles suerte en su andadura y haciendo un respetuoso y elegante mutis por el foro.
Nuevas políticas al servicio de las personas
Entre los compromisos de ‘nueva política’ con 15 puntos básicos que asumen estos grupos está que los concejales del Equipo de Gobierno y sus cargos de confianza rindan cuentas anuales de la gestión de sus áreas en el Pleno, y en sus zonas. Las tres formaciones también reiteran la importancia de auditar económicamente y en cuanto a la gestión los últimos años, creando además una comisión de seguimiento de dichas auditorías.
Rodríguez Badal ha declarado que “Calvià ha pedido un cambio desde el máximo consenso, con un importante trabajo político y de gestión que devuelva a nuestro municipio oportunidades para todos. Estamos ante un reto complejo y maravilloso a la vez, y nos volcaremos en él, porque Calvià lo merece”. Su punteo de actuación no obvia la potenciación del comercio local y su desarrollo, la innovación y la investigación para conseguir la máxima excelencia y una profunda reforma de Calvià 2000.
Destacan las intenciones de terminar, sí o sí, con los desmadres de Punta Ballena “tras un gobierno de difícil lectura para la ciudadanía, pero inmediatamente voy a pedir explicaciones de la Delegada del Gobierno, que me especifique las actuaciones y tareas que tienen los cuerpos de seguridad y la Guardia Civil, y vamos a intensificar las campañas informativas tanto aquí como en los puntos de origen de este turismo tan nocivo, vamos a reunirnos con todos los sectores implicados y a alcanzar compromisos concretos, con ordenanzas para controlar la gratuidad del alcohol y recuperar los destinos de ocio de calidad y excelencia turística, sin olvidarnos del ‘todo incluido’, por supuesto”.
‘Caleidoscopio’ de opiniones
Rafel Sedano (Esquerra Oberta) ha destacado la importancia de continuar el diálogo, “estemos donde estemos cada una de las formaciones, durante toda la legislatura”, haciendo hincapié en que “el gobierno de Calvià lleva años infectado”, con referencias a las enfermedades de los árboles y la degradación de Galatzó, por lo que pedía “respeto, transparencia y democracia”.
Por su parte, Israel Molina (Sí se Puede Calvià) ha solicitado un reparto equitativo de la riqueza, a la par que declaraba la necesidad de seguir trabajando para concretar, profundizar y estructurar la materialización efectiva de todas las medidas recogidas en su programa electoral, para y por el bien de todos los vecinos y del municipio en general. “En este nuevo escenario de pluralidad se precisa de comunicación y compromiso, por lo que nosotros vamos a actuar vigilando siempre las propuestas recogidas en este documento de investidura”.
Carlos Tarancón, de Ciudadanos, ha expresado su disgusto por que la izquierda no ha intentado acercarse ni negociar con ellos, “optando por la fuerza nacionalista. Por eso sólo apoyaremos lo que sea bueno para el municipio, pero ningún tipo de interés particular será secundado por nosotros”.
José Manuel Ruiz, por parte de la mayoría saliente (PP) y tras felicitaciones varias a los nuevos mandatarios, aseguró que “aceptamos con humildad la decisión de los vecinos, que han pedido un cambio, pero corregiremos todo lo necesario para ponernos con absoluta solvencia al servicio de Calvià”.
Son cinco fuerzas políticas que van a tener que entenderse muy bien o se puede cortar la mayonesa. Es importante recordar que el PSOE fue la lista más votada por sólo 147 papeletas.
Texto de Blanca Garau.
