“Han estado ‘amueblando’ nuestras playas por un afán recaudatorio y han hipotecado el trabajo de este ayuntamiento para la próxima década”, explicaba el alcalde de Calvià, Alfonso Rodríguez Badal, en referencia a las licitaciones del equipo de gobierno anterior (desde 2014) para la instalación de parques acuáticos flotantes en las playas de l’Oratori de Portals, Santa Ponça, Magalluf I y II, Son Maties, Palmanova, Es Carregador, Torà y Palmira, un negocio gestionado por concesionarios privados que no ha gustado nada a los calvianers.
Una moción de Esquerra Oberta presentada en el pleno instaba a la retirada definitiva de estos parques flotantes durante la temporada estival, “elementos innecesarios en unas playas cargadas de oferta de ocio, que destrozan la belleza del paisaje”.
El proyecto como tal se define como ‘inofensivo’ en las áreas contempladas dentro de la red Natura 2000, pero según el propio proyecto, la instalación se fija gracias a diversos bloques de hormigón armado que aplastan el suelo marino con un peso superior a los 500 kilos.
Así, el consistorio no volverá a sacar a concurso la instalación de estos parques acuáticos flotantes en las playas donde se ha resuelto que no se cumplen los requisitos y se revisarán los contratos que se puedan para comprobar su idoneidad.
Una información de Blanca Garau.
