Debido a la pandemia del Coronavirus, muchas personas buscan hoy cómo sacar provecho del distanciamiento social y preventivo. Una de las maneras más populares de lograrlo, resulta ser la formación online. Esta existe hace ya varios años y es especialmente útil para aquellas personas que requieren balancear su formación profesional con responsabilidades tales como el trabajo o la familia o que por cuestiones geográficas no pueden asistir de manera presencial a sus clases. En ciertos casos hay personas que incluso prefieren esta modalidad debido a su flexibilidad y eficacia.
¿De qué hablamos cuando hablamos de educación a distancia?
Se trata de una modalidad educativa pensada para aquellas personas que, por un motivo u otro, no están en condiciones de participar de una educación tradicional presencial. Hoy, esta es la realidad de muchos. Los institutos y organismos dedicados a brindar servicios de educación en línea conviven con aquellos que tienen existencia tanto física como virtual. Ambos por igual se han visto ante la necesidad de mejorar sus prestaciones y ampliar su cartera académica para satisfacer la necesidad de aquellos migraron hacia esta modalidad. Muchos de estos prestadores son institutos físicos que llevan años en el sector y que cumplen con creces las acreditaciones oficiales. Frente a la pandemia, no sorprende que hoy estén dedicando mayores recursos al funcionamiento y la conectividad o que hayan ampliado las carteras de cursos y las formaciones disponibles.
Características fundamentales y tipos de formaciones
Existen muchos cursos e institutos de enseñanza disponibles, especialmente para profesionales en actividad que quieran mejorar sus conocimientos y especializarse en algún área en particular. Por lo general, la disponibilidad de las formaciones depende de ciertos requisitos previos —acreditar un nivel de estudio o una certificación de otro curso— y presentan un programa pensado con base en las necesidades de los usuarios. Esto sucede porque hasta hoy no se había producido una migración tan masiva hacia el ámbito digital: personas que tenían poca o nula intervención en él de repente se encontraron trabajando desde el hogar o por videollamada. Así, se volvió una prioridad para las instituciones disponer de horarios y planes dinámicos que dieran abasto a las necesidades de los recién llegados.
Hoy las asignaturas son muy variadas y el espectro muy amplio; desde la formación de grado medio en Emergencias Sanitarias hasta el grado superior en Desarrollo de Aplicaciones Multiplataforma —especialmente solicitada, esta última, y con mucha razón—, estos programas son cada vez más recomendados por los profesionales, ya que responden de manera fehaciente a la práctica y produce capacidades altamente competitivas.
La elección de la asignatura y el tipo de formación online tendrá que ver con las necesidades del interesado en función del mercado laboral de su elección. Estos cursos tienen muy presente la necesidad de crecimiento —o ingreso— en un ámbito profesional específico. Su utilidad radica hoy en este punto, puesto que permiten aprovechar al máximo el tiempo de confinamiento y, por otro lado, ofrece la práctica y la experiencia necesaria para acostumbrarse al trabajo a distancia, una habilidad muy necesaria en estos días.
