La biomasa de la reserva marina de la Isla del Toro se ha cuadruplicado desde su creación el 2004
La Consellería de Agricultura, Pesca y Alimentación, con el director general de Pesca y Medio Marino, Joan Mercant, ha participado de la comisión de seguimiento de las reservas marinas de interés pesquero de la Isla del Toro y de las Islas Malgrats (creadas en 2004). Durante la reunión se han expuesto, por parte del área de recursos marinos, los resultados de la campaña de seguimiento de los peces de hábitats rocosos litorales de estas reservas del 2018 (anteriormente se habían realizado campañas el 2005, 2007, 2009 y 2016). Los resultados obtenidos el 2018 confirman la tendencia observada en años anteriores y la respuesta de los diferentes indicadores en ambas reservas es, de forma general, positiva, sobre todo a la reserva de la Isla del Toro. Las campañas de seguimiento se hacen mediante censos visuales, sobre transectos de 50×5 metros, sobre un grupo cerrado de especies, entre 0 y 15 metros de profundidad. Se realizan censos en tres lugares de cada reserva y en dos zonas localizadas fuera de las reservas y sin ninguna protección especial.
En particular, la biomasa total del conjunto de especies vulnerables a la pesca ha aumentado de manera continuada en la reserva de la Isla del Toro. El valor mediano logrado el 2018 cuadruplica el de 2005 con 16,2 kg/250 m2. De hecho, uno de los tres puntos de muestreo de esta reserva, la Isla del Toro, presenta el valor de biomasa más alto (24,8 kg/250m2) obtenido en cualquier de los otros lugares muestreados en las áreas marinas protegidas (AMPs) de las Islas Baleares. En la reserva de las Islas Malgrats, la evolución de los indicadores no ofreció un escenario tan positivo. La biomasa total presentó alternancia de incrementos y descensos, y a pesar de que aumentó en los tres lugares de muestreo entre 2005 y 2018, fue el 2016 cuando presentó sus valores máximos.
Otro indicador del efecto reserva es la distribución de la biomasa entre especies, y ha mostrado una evolución muy clara en la del Toro. Se ha pasado de una comunidad dominada sobre todo por sargos y mojarras, a una donde las especies longevas y de elevado nivel trófico, como las corvinas negras y meros, suponen la mayor parte de la biomasa. En cambio, esta situación no se produce en las Islas Malgrats, donde el sargo y la mojarra, son, de largo, las especies que más contribuyen a la biomasa del conjunto (representan el 80% el 2018).
Estas diferencias entre reservas pueden ser resultado de la depredación, más importante en la del Toro donde son abundantes grandes depredadores como el mero o el dentón, y también hay que añadir la calidad del hábitat que favorece su abundancia. A su vez, se tiene que tener también en cuenta el efecto no cuantificado de la pesca recreativa, permitida con más aparejos y durante más meses en la reserva de las Islas Malgrats, y las observaciones de furtivismo por pesca submarina.
En concreto, la biomasa de meros en la reserva marina de la isla del Toro continúa mostrando signos de recuperación con un aumento de la biomasa de x34 desde el 2005 y de x1,6 respecto al 2016. En cambio, en las Malgrats, el mero no muestra recuperación, con valores de biomasa discretos (0,25 kg/250 m2), e incluso nominalmente inferiores a los de 2005. El mismo caso pasa con la corvina negra. En la del Toro muestra una recuperación ininterrumpida a lo largo de toda la serie, con factores de incremento interanuales de la biomasa muy elevados. Es especialmente elevado el aumento entre 2016 y 2018. En las Malgrats, en cambio, la biomasa de corvina negra logró su máximo el 2016, y el 2018 se obtuvieron los valores más bajos de toda la serie. Los resultados sugieren, por lo tanto, que la reserva marina de las Islas Malgrats podría estar llegando a su capacidad de carga, mientras que la reserva de la Isla del Toro no muestra síntomas de este tipo.
