El Ajuntament de Calvià es propietario de un parque urbano en el núcleo de Son Ferrer que, como tantos otros merenderos existentes en la isla, cuenta con una gran extensión de terreno en el que diferentes zonas invitan a la reunión: zonas verdes, infantiles, mesas para pasar el día, un kiosco ahora cerrado, baños públicos en estado de abandono y unos espacios para barbacoas y paellas que fueron retirados en su momento por las quejas vecinales.
Entre un merendero molesto y un espacio verde dejado de la mano institucional tiene que haber un término medio. Al menos eso se planteaba tras el debate ocasionado por la moción presentada desde Esquerra Oberta en el pleno municipal de febrero.
Con la abstención de Sí Se Puede Calvià, que refrenda la opinión de determinados vecinos versus las entrevistas hechas por EO en la parte vecinal conforme con la renovación y nueva puesta en marcha del merendero, se pactó iniciar un estudio del proyecto, una consulta vecinal y la redacción de unas normas de uso del espacio de Son Ferrer.
Licitar el kiosco y regular la venta de leña fueron dos de los puntos excluidos de la moción, igual que promover un concurso público de explotación y volver a colocar las parrillas y los paelleros ya que, según SSPC y la regiduría municipal correspondiente, estas opciones se agotaron por quejas vecinales: quejas por olor a humo, denuncias constantes por el mal uso de las instalaciones por parte de externos al municipio, orines y defecaciones en los portales colindantes, escándalo hasta altas horas de la madrugada y falta de control, en general, de la convivencia en el espacio.
Por Blanca Garau
Un comentario
hace falta un merendero con barbacoas parque infantil y baños públicos en son ferrer con unas normas como los hay en llubi , bunyola y muchísimos sitios más