Ya no es cuestión de ‘terminarse las verduras’ o ‘comerse todo lo que haya en el plato o no te levantas de la mesa’. Según UNICEF, en Baleares hay cerca de 65.000 menores de 18 años que vive en hogares con ingresos por debajo del umbral de la pobreza; Cáritas Mallorca estima que casi el 60% de las personas que atiende son familias con menores y que sus demandas principales son de alimentación e higiene; el Observatorio de la Infancia en Mallorca del IMAS recoge que los hogares con menores son los que más acusan la pobreza y que la falta de ingresos deriva en recortes en alimentación.
Por estos y otros datos, el equipo de gobierno de Calvià aprobó en pleno y por unanimidad, a propuesta del grupo socialista, “mantener y mejorar en la medida de lo posible el Plan de Apoyo a la Alimentación Infantil, garantizando a los menores al menos el acceso a tres comidas diarias, con una dieta lo más equilibrada posible para evitar problemas de malnutrición infantil y teniendo en cuenta el entorno familiar y el plan escolar”.
Además estuvieron de acuerdo en instar al Consell de Mallorca a que “incorpore el crédito de dos millones de euros del dinero recuperado de la corrupción de SACRESA a los Planes de Apoyo a la Alimentación Infantil”.
Sabemos por la Encuesta de Condiciones de Vida de 2013 que publica el Instituto Nacional de Estadística que uno de cada tres ciudadanos está en riesgo de pobreza o exclusión social. Y desde el Observatorio Social de España se señala que el país encabeza la lista de los que más han aumentado la pobreza infantil en los últimos años, sólo por debajo de Rumanía y Bulgaria. La propia Cruz Roja ha señalado, en 2014, un aumento de casi 3.500 menores nuevos (casi el 6% más) que la entidad ha atendido en lo que va de año, lo que eleva la cifra total de niños asistidos por la organización a más de 60.000.
De hecho muchos municipios, entre ellos Calvià, mantienen abiertos algunos comedores escolares en estos meses de verano, ya que los pequeños dependen de esta práctica para poder mantener una alimentación correcta. Con la comida no se juega.
Texto: Blanca Garau.
